Nuestra expectativa

Amada, bienvenida una vez más.
 
Valga la redundancia pero como me llena de gozo el que estas líneas lleguen hasta ti en este día. iTe escribo considerándote; amiga, hermana en la fe, consierva de nuestro hermoso Jesús quién nos dirige a través de El Espíritu Santo, y rebosa mi alma de gozo!

Este mes, he sentido compartir uno de los tópicos que compone el mensaje dentro del corriente libro a estudiar de las pastoras de la Iglesia La Misión.

El libro es “No debería ser asi” por Lysa Terkeurst.

Entre todo el oro espiritual plasmado como parte del material del libro, está el concepto o entendimiento que Dios no está reteniendo lo bueno de ti, sino que a través de los momentos de espera nos impulsa más hacia Él.

Muchas veces, una de las “corrientes bajo la superficie” mas prevalentes en nuestro caminar cristiano es, si somos honestos, la desilusión. La mayor parte de cristianos son invadidos por temor aún de admitirlo a ellos mismos. Te invito a despertar a la realidad que tu Dios, tu padre que vive enamorado de ti, de ninguna manera es intimidado por nuestros temores o inseguridades.  La realidad de nuestro caminar es que “Dios te ama tanto como para no responder tus oraciones en ningún otro tiempo que no sea el tiempo preciso, y en ninguna otra forma que no sea la correcta. “Jesús está en el proceso de cambiar tu herida por sabiduría . Y esta sabiduría será vida! Jesús nos dice: Nada de lo que tu deseas se compara a esta sabiduría. Yo cambiaré tu dolor por paz.  Y habrá valido la pena”.

Amada, no temas el identificar tu desilusión por mucho de lo que nos ocurre en este mundo. Recuerda, cuanto más evitamos el sentimiento, mas dilatamos la curación.  Dios no quiere ser explicado: El quiere ser invitado.  Las desilusiones no son un motivo para alejarte de Él.  Son la razón para elegir profundizarte en Él.  Encontramos alivio a nuestra incredulidad dejando nuestra valoración humana y expectativas de como “debe ser” y plenamente confiando en ÉL.. ¡TODO lo que Él ha prometido lo cumplirá!

Siempre ten por seguro que esta servidora está aquí para ti en todo lo que pueda servirte.
Gracias por todo lo que haces para El Reino del Señor, ¡Dios te bendiga!!

Artículo escrito por Rev. Cynthia Castro (Pastora Principal ILM)

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